La piel es uno de los órganos más visibles del cuerpo y tanto su lozanía como sus patologías están expuestas a todas las miradas. El vitíligo, una enfermedad cutánea, tiene una enorme influencia en la calidad de vida y en la salud mental de quienes la padecen. Por eso queremos que la conozcas mejor. En este artículo, te explicamos todo lo que debes saber.
El vitíligo, una enfermedad con un gran daño psicosocial
El vitíligo es una patología crónica no contagiosa que no afecta a la salud en general. La sufre un 1 % de la población y consiste en la pérdida de la melanina, el pigmento que da color a la piel.
Su causa es un trastorno del sistema inmunitario, por lo que se trata de una enfermedad autoinmune. En concreto, está clasificada dentro del grupo de las leucodermias por la pérdida de la pigmentación que provoca. Se han registrado antecedentes familiares en el 25 % de los casos y suele aparecer antes de los 30 años.
El estrés oxidativo
Has de saber que un factor relevante en su etiología es el estrés oxidativo, pues surge cuando la generación de radicales libres sobrepasa los procesos fisiológicos de compensación. Los antioxidantes son sustancias que contrarrestan estos mecanismos oxidativos. Particularmente, los llamados antioxidantes primarios son un grupo de enzimas que los neutralizan, sin embargo, su producción disminuye con la edad. Entre ellos figura la superóxido dismutasa o SOD.
Por su parte, hay otros componentes que luchan contra este problema. Por ejemplo, entre los beneficios de la vitamina E destacan que contribuye a restablecer el equilibrio oxidativo. Además, la vitamina E en la piel preserva la estructura y la función de las membranas que forman las células y los orgánulos intracelulares. Por último, la función de minerales como el selenio interviene en la producción de las enzimas antioxidantes.
Impacto psicosocial del vitíligo
El vitíligo ocasiona el deterioro de la salud mental y de la calidad de vida de los enfermos. Esto ocurre especialmente en los pacientes que presentan lesiones en zonas muy visibles, como la cara o las manos.
La enfermedad modifica los pensamientos, el comportamiento y las emociones de manera negativa. La ansiedad en las relaciones sociales es uno de los padecimientos más habituales. En muchos casos, es motivo de estigmatización y los pacientes responden con aislamiento social y conductas de evitación.
Las alteraciones psicológicas que se observan con más frecuencia tienen que ver con la propia imagen y con una baja autoestima, con vergüenza, obsesiones y cambios en el patrón del sueño. Asimismo, se desarrollan patologías en la esfera emocional, como ansiedad y depresión. El pesimismo ante la falta de resultados de los tratamientos es muy común, sobre todo en las mujeres jóvenes.
A continuación, te hablaremos de los resultados de un estudio clínico realizado entre 2014 y 2015. Se evaluó la percepción de 150 pacientes en relación con los cambios experimentados desde la aparición de la enfermedad.
Los enfermos llevaron a cabo dos cuestionarios, el Dermatology Life Quality Index (DLQI), para la calidad de vida, y el VitiQoL. Este último es una herramienta específica para el vitíligo. Las preguntas que obtuvieron más respuestas afirmativas fueron las siguientes:
- ¿Ha tenido sensaciones cutáneas molestas?
- ¿Ha sentido vergüenza debido a la enfermedad?
- ¿La enfermedad limita actividades como practicar un deporte, ir a la compra o limpiar la casa?
- ¿Ha influido el aspecto de la piel en la elección de la ropa?
- ¿Ha influido su enfermedad en alguna actividad de ocio o social?
- ¿Se ha sentido incómodo por su enfermedad?
- ¿Ha sentido frustración por la enfermedad?
- ¿Ha modificado su arreglo personal, como el corte de pelo o el maquillaje?
- ¿La enfermedad le ha impedido desarrollar sus estudios o su trabajo?
- ¿Ha tenido miedo de que las personas lo critiquen?
- ¿La enfermedad afecta su bienestar emocional?
- ¿Ha cambiado las medidas para protegerse del sol?
- ¿La enfermedad limita sus demostraciones de afecto?
- ¿Se ha sentido incómodo por el aspecto de su piel?
- ¿Le preocupa la diseminación de su enfermedad a otras zonas?
Tratamiento del vitíligo
Recuperar el color de la piel ha sido el objetivo de los pacientes y de quienes estudian esta patología. Hasta el momento, la aplicación de rayos UVB ha demostrado cierta efectividad en la repigmentación de las lesiones cutáneas.
En Glisodin hemos dedicado más de una década a investigar el estrés oxidativo y sus consecuencias en el envejecimiento prematuro. En la actualidad, disponemos de un innovador complemento alimenticio para la piel: el V-SOD.
Se trata de una fórmula patentada que contiene extracto de melón, con un sustancial aporte de superóxido dismutasa, el antioxidante primario que te mencionamos anteriormente. En varias investigaciones ha quedado demostrado que la efectividad de los rayos UVB combinados con este complemento es el doble, frente a la aplicación de los rayos UVB únicamente.
Las lesiones acrómicas de la piel pueden afectar a la autoestima, el bienestar y la estabilidad emocional de las personas que sufren de vitíligo. Sin embargo, existen tratamientos que pueden repigmentarlas eficazmente. Visita la página de Glisodin para saber más sobre nutricosmética.